jueves, 11 de abril de 2019

Crónica XIII Maratón Zaragoza 2019


Como resumen, podría decir que ha sido una maratón "monótona" ya que no he pasado nada destacable, ni bueno ni malo, he ido en grupo y a ver pasar los kilómetros.

El día ha salido muy frío, pero por lo menos no llueve y con aire que no será tan fuerte al final.
Los minutos anteriores a la salida los paso temblando de frío, y con muchas ganas de empezar.
Me pongo un poco más atrasado que otros años y a las 8:30 pummm: allá vamos.
El objetivo va a ser ir lo más tranquilo posible, y pillar al hombre del mazo lo más cerca que pueda de la meta.
Salgo a ritmo de los demás y enseguida me adelanta el globo de 3:45. Así que ya tengo plan: pegarme al globo hasta el km 33.
Nunca me ha gustado ir en grupos, por lo menos no muy numerosos, pero es cierto que se va mucho mejor. Y más si sopla aire como hoy, que protege mucho.
Los primeros kilómetros tienen un pequeño cambio respecto a otros años.
Me adapto enseguida al grupo y allí me dedico a mirar la zancada del que va delante y a concentrarme en la música.
Y tanto es así que a veces no sé ni porque calle voy. Pasan los kilómetros sin darme cuenta.
Llegamos al parque y la media maratón ha pasado casi sin esfuerzo. La parte de ida del canal, con el viento en contra siempre se me hace muy dura, pero en el grupo, la paso muy bien. El giro del final del canal, km 25, para mí es el inicio verdadero de la maratón. Ya no nos alejamos más, y es camino hacia la meta y cuesta abajo.
La avenida Miguel Servet y el giro siempre se me hace muy pesada, pero en el grupo apenas la noto.
Ahora la duda del día: ¿Hago una parada técnica donde todos los años, en el km 33 o sigo en el grupo?
Bueno, al final decido hacer la paradilla, y unos pocos estiramientos, que me vienen bien, apenas pierdo un minuto, pero como estaba previsto, ahora me he quedado solo.
El tramo de la Z-30 se hace pesado y empiezo a aflojar. A lo lejos veo otra vez el grupo y parece que me acerco, por lo menos a los que se van descolgando, pero ya al bajar a las riberas y con el cierzo de frente, aún bajo más el ritmo.
Ahora a procurar no andar ni un metro.
El objetivo ahora es llegar al puente de Santiago. Los últimos metros casi llego a parar pero consigo no hacerlo y ya al pasar el Ebro, el aire empuja. La subida de S Vicente de Paul siempre se hace muy dura.
El giro de la P. España si que se puede decir que es el final, ya es el último kilómetro, con mucha gente y las piernas van solas.
Espectacular vuelta a la Plaza del Pilar y finalizo con un tiempo de 3:48:48, agotado, pero recupero enseguida. ¡Hasta se me ha hecho corta!

Y conseguido el objetivo principal y que más me motiva a meterme año a año en este lío: el seguir terminando todas las ediciones

viernes, 1 de marzo de 2019

Crónica XIII Carrera del Ebro


Un año más me presento a esta espectacular e imprescindible carrera que tan buenos y malos recuerdos me trae. Ya son 13 ediciones (14 años desde la primera).
El día sale de los mejores, nada de aire, (y eso que en esta si que viene bien el cierzo, que empujaría en la segunda parte de la carrera), con sol y no mucho fresco.
Me pongo en la mitad del pelotón, para salir con calma y  a pasármelo bien.
Los primeros kilómetros, voy lento y me adelanta todo el mundo, pero yo a lo mío, a ir calentando poco a poco.


Van pasando los kilómetros y cada vez me voy encontrando mejor. Subimos al punto más alto, una pequeña cuesta complicada que la bajo despacio y ya empiezo a coger velocidad. Si no son complicadas, suelo coger bastante velocidad en los descensos y adelanto a gente, y eso da mucho ánimo.
En los bien organizados avituallamientos a beber abundante agua que empieza a hacer calor y el cuerpo no está nada acostumbrado a las altas temperaturas.


En el Km 23 nos juntamos con los de la carrera corta. Este suele ser el tramo más complicado de toda la carrera.
Se junta mucha gente y es precisamente la senda más estrecha.
El descenso pedregoso este año lo paso mejor, adelantando pero sin complicaciones o con mucha suerte de no tropezar con alguien o pisar mal una piedra, porque con tanta gente no hay visibilidad.
Se forma algún tapón que nos hace ir andando, pero vuelta a subir la rampa más dura y el descenso de la cadena que adelanto por donde puedo.


Estos descensos han hecho que coja un buen ritmo y ya al llegar al llano a mantenerlo. Me encuentro bien y esta suele ser la zona más pesada, pero sin embargo aprieto un poco más. Sigo a un par de corredores que llevan un ritmo de unos 4:50 y allí me pego.
Al acercarnos al estadio, me adelanto y ya a darlo todo en la vuelta a la pista y llego con un tiempo de 2 h, 38 min 32 seg mucho mejor de lo esperado, aunque la verdad es que tampoco tenía tiempo previsto, así que muy buenas sensaciones ya con vista a la próxima maratón de Zaragoza. 


lunes, 4 de febrero de 2019

Crónica X 10 k del roscón.

Casi 8 meses después vuelvo a ponerme un dorsal. De momento este año voy a seguir la tradición de solo correr en tres carreras (10K, El Ebro y la Maratón.)
El día sale muy bueno para correr, así que me pongo en la parte media del pelotón y a salir con calma.
Para empezar mal, el GPS no me pilla los satélites en la salida. Hasta un par de minutos no se pone en marcha así que sin reloj durante la carrera, mejor.
Los dos primeros kilómetros muy apelotonados y despacio.


Al pasar el Ebro ya se estira, me subo al carril bici y a mi ritmo. Luego veo que voy a 4:40, un ritmo que yo solo ni por casualidad puedo alcanzar.
Rodear el meando y por la pasarela del voluntariado a la expo. Pese a la cuesta este es el mejor kilómetro, a 4:24
Estos últimos kilómetros, como he salido un poco atrás, voy adelantando poco a poco a muchos corredores y eso anima un poco.
Y pequeño sprint final para acabar con un tiempo de 0:47:09, (484 de 1.396) lógicamente, cada año un poco más de tiempo.
Como he acabado las 10 primeras ediciones de la carrera del Roscón, subo al podium a recoger una placa y al final el tradicional chocolate y el roscón.
Próxima parada la Carrera del Ebro.


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miércoles, 2 de enero de 2019

Resumen 2018

 Este año, ha pasado sin lesiones ni problemas graves, así que año positivo. Siguiendo con la costumbre de los últimos años, solo me he puesto el dorsal en 3 ocasiones: 10K del roscón, la carrera del Ebro, por fin un año sin problemas y la maratón de Zaragoza, acabando muy entero. De las tres carreras llevo todas las ediciones corriendo y así hasta que falle algún año.
En total han sido 1.476,89 kilómetros corriendo unos pocos menos que los últimos años y 4.981,52 kilómetros en bici, similar al año pasado