Pero van pasando los días y hoy he decidido salir a trotar un poco. Pensaba solo dar una pequeña vuelta, no más de 8 kms.
El caso es que me he metido por unas pequeñas sendas un poco escondidas que hay en el meandro de Ranillas y que son muy chulas. No pasa nadie y hay zonas muy boscosas.
He ido muy despacio, trotando, y cuando llego al final paro un poco. Vuelvo a recorrerlas y lo mismo. Y así varias veces, cada vez me encuentro mejor y ahora si que estoy disfrutando un montón. Así, corriendo tranquilo, sin tiempos, disfrutando del camino.
No quería irme a casa, aún he estado tentado de dar otro par de vueltas, pero por si acaso ya me doy la vuelta.
He vuelto supercontento con esta pequeña salida, que al final se ha alargado hasta los 15kms.
Ahora vuelvo a tener ilusión por correr y ya estoy haciendo planes y objetivos para estos meses que vienen.
Una cosa es segura: Me olvido por completo de tiempos, ritmos, medias... a curarme de la marquitis aguda que padecemos todos los que corremos.
Ya tengo muchas ganas de realizar y primer proyecto. Próximamente...
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