lunes, 24 de marzo de 2014

Crónica VIII Carrera del Ebro 2014


Un año más acudo a esta imprescindible cita. Esta espectacular carrera ya marca el inicio de la "temporada".
No he llegado en buenas condiciones, llevo unas semanas con problemas de salud, pero me presento de todos modos puntal a la prueba. El día sale fresco, pero engaña, a primera hora no hace aire, y hace sol, parece que va a hacer calor pero la cosa va a cambiar.
Cometo el error un año más de ponerme en la salida de los primeros, así que durante los primeros kilómetros no para de adelantarme gente.
O es que voy muy lento... pero vamos, que son 30 kilómetros y no es cuestión de salir a lo loco. Yo a lo mío.
En el km 3 se gira y ya entramos en terreno militar. Todo el rato tiende hacia arriba y lo peor, el cierzo se levanta con mucha fuerza y nos va a dar la primera mitad de carrera de frente.
Ya sé mi estrategia: protegerme detrás de algún grupillo.
Voy esperando sensaciones. Hace años que ya no uso el pulsómetro, así que solo a ver como me voy encontrando. Estos primeros kilómetros lo paso mal, no encuentro ritmo, me falta aire, sensación de mareo... y eso que voy muy tranquilo. De piernas en cambio tengo muy buenas sensaciones, me siento con fuerza. Trato de protegerme del fuerte viento todo lo que puedo. La subida es tendida, sin ninguna rampa dura...
fotos de andandaeh
En el km 12 se inicia el descenso. No es el mismo del año pasado, es un camino amplio, en buen estado y sin rampas empinadas.
Giro y ya no da el viento de frente ¡menos mal!
Llaneamos un poco por el barranco de los lecheros y a por el segundo avituallamiento. Tomo un botellín, para ir bebiendo poco a poco.
Giro y ya directos a meta. Alguna cuesta durilla que aprovecho para tomar aire. Por aquí ya decido que simplemente voy a terminar la carrera, olvidándome de forzar o tirar fuerte. No encuentro buenas sensaciones. De todos modos esta zona es una gozada, pequeños toboganes y con el cierzo empujando fuerte.
Al llegar al tercer avituallamiento ya nos juntamos con los que corren la de 12. Nos adelantan a toda velocidad.
Ya salimos de terrenos militar y entramos en las rampas que suelo entrenar. Se nota que me conozco cada piedra, adelanto a un montón de gente aunque van más frescos.
Nueva subida y bajar la culebrilla con facilidad.

Al llegar abajo, hay un kilómetro que nos da el viento de frente-lateral, que se me hace eterno. Al llegar a la ribera de nuevo empuja. Me tiro a la derecha y a pasar los últimos kilómetros lo más presentable posible.
Acabo con un tiempo de 2:34:53, 3 minutos mas que el año pasado, y tampoco excesivamente cansado, ya que apenas he forzado nada y sin ningún dolor muscular. 
De todos modos al ver la clasificación (280 de 766) tampoco he hecho una carrera tan desastrosa.
En fin, a ver si vuelven las buenas sensaciones que creo que tengo previstas demasiadas carreras para estos meses que vienen.