lunes, 15 de junio de 2015

Crónica Transmontesblancos Trail 2015


Un año más nos presentamos en la Puebla de Alfindén ya con la idea de pasarlo muy bien y muy mal en esta dura prueba. Como objetivo: el acabarla no muy hecho polvo y si se puede por debajo de las 6 horas.
La clave en todas las ediciones ha sido la climatología: Este año ha sido perfecta, nos hemos librado por poco de las altas temperaturas, ha estado nublado, y además nos ha acompañado una fina lluvia durante todo el día que realmente ha venido muy bien.
A recoger el dorsal y nervios previos a la carrera, sabiendo lo que nos espera. A la una de la tarde se da la salida. Todo el rato mirando al cielo, amenazan tormentas por todos los lados...
El día está fresco, pero no sé que tiene esta zona, que nada más pasar la autopista y entrar en el territorio TMT, pese a que el ritmo es muy tranquilo, empiezo a romper a sudar de lo lindo.
Bueno, llevo la camel con isotónica congelada. (le ha costado descongelarse, y los primeros kilómetros además de no poder beber, me golpeaba el bloque de hielo en la espalda. aviso para otras veces)
El circuito varía un poco respecto al de otros años, suavizando un poco el primer bucle.
El pelotón se estira y yo me voy quedando de los últimos, pero no me preocupa, a buscar ritmo tranquilo y constante.

Primer avituallamiento, que solo paro para coger agua fresca. Gran acierto el cambio que ha hecho la organización en los avituallamientos, añadir algo de picar y sobre todo el agua fresca, que entraba de maravilla.

Toda esta parte la resumo en dosificar y ritmo tranquilo, que el segundo bucle es terrible.
Como un par de barritas y un gel.
Estos son los mejores kilómetros, a buen ritmo y llego al final del primer bucle sobre el tiempo previsto, 2h31m.
Ahora empieza lo duro. Entramos ya en una zona serpeante por colinas y pinares. Voy solo pero a lo lejos ya veo algún corredor, voy a procurar no perderlos de vista para no equivocarme por los caminos.

En el cuarto avituallamiento empieza a llover un poco más fuerte. Me pongo el impermeable y tenía previsto pararme para cambiarme de calcetines, pero con lo que está cayendo, prefiero guardarlos secos por si acaso para más adelante.
Y ya empiezan las malas sensaciones.
Empiezo a tener ganas de vomitar. Lo de siempre, si bebo tengo el estómago lleno de líquido y si no bebo es peor.
Decido pegarme unos kilómetros sin ingerir nada líquido y a partir de aquí ya nada sólido hasta el final. Y creo que he acertado, el estómago empieza a responder y solo bebo agua fresca de vez en cuando. Ya tengo demostrado que las barritas, geles, isotónicas ... serán buenas pero a mi en esta carrera siempre me sientan fatal.
Me quito el impermeable porque parece que para de llover y ya empiezan a adelantarme los de la carrera de 25.
De tiempo voy bien pero el objetivo es no parar, correr como sea, al ritmo que sea.
Entramos en una zona nueva, un estrecho y muy chulo cañón. Si hubiera caído una fuerte tormenta no sé que hubiera pasado por aquí.


La senda es muy estrecha y contínuamente me tengo que apartar para dejar paso a los de la de 25.
El cañón se hace muy largo, y acaba en dura subida.
Llegamos a la autopista, pero no, media vuelta y empezar a enlazar otras subidas.

Por aquí ya el bajón es impresionante, mucho tramo andando, apenas puedo correr.
Y la subida al toro, aquí ya calculo tiempos y tengo que correr ya sin parar, aunque sea a 7 min/km.
Último avituallamiento y ya la larga recta hasta la meta. Menos mal que no sopla el cierzo de otros años. No tengo que parar, no tengo que parar, Se hace interminable, por fin los primeros edificios y descenso hasta la meta.
Tiempo final:5:49:11
Posición: 36 de 57 llegados de 70 participantes.
Desnivel: 1.095 metros.

Después de una ducha, la organización ha preparado una gran merienda, la entrega de trofeos y como finisher de las tres pruebas de las Trail Series de este año, me dan un forro polar.