sábado, 28 de julio de 2012

Correr por Noja

Estos días he estado por Noja, en Cantabria, y he salido a correr un par de días. He corrido dos rutas distintas, una más corta pero subiendo a la cima de los Montes de Mijedo, y otra más larga, recorriendo toda la playa de Noja y la de Berria hasta el faro del pescador

NOJA-EL BRUSCO, 12 kms


Salgo desde el Paseo de Trengandin, al inicio de la playa de Noja. Voy por la carretera, zona fea, con coches aparcados por todos los lados. Para alargarla un poco, paso por Helgeras y llego hasta el primer desvío a la derecha que une con el bonito camino de Helgeras, hasta rodear un poco los montes de Mijedo hasta que se ve un pequeño camino que sube hacia arriba.
Esta parte es muy empinada, pero el camino es muy bonito. Se llega a una casa y el camino se divide en dos. Yo tomo el de la izquierda. La senda empieza poco a poco a desaparecer, hay mucha vegetación y parece que por aquí pasa poca gente. No voy muy deprisa por miedo a perderme, me oriento sabiendo que tengo que ir hasta el punto más alto.
Por aquí pierdo además la señal de GPS. Por fin llego a la cima el Brusco, (237 mts). A disfrutar de las vistas de Noja.
Busco un camino que descienda por el otro lado y lo encuentro. Esta vez es más amplio y sin pérdida. A descender con cuidado y volver a Helgeras y a Noja.

NOJA-BRUSCO-FARO DEL PESCADOR: 17,9 KMS

Esta ruta es más larga y tiene el problema de hacer bastantes kilómetros por arena.
De nuevo por el paseo de Trengandin, hasta que se acaba la carretera. Debería haber tomado la de arriba que llega casi hasta la punta del Brusco, pero tomo la más próxima a la playa, y acaba antes. Tengo que recorrer casi un km por la playa, llenándome las zapas de arena. Llego al Brusco y a subir con cuidado las empinadas rampas.

Hay tramos con piedras y arena y resbala bastante, tengo una caída pero sin consecuencias. Al llegar a la cima perfectas vistas de lo recorrido hasta ahora, hacia Noja:
Y lo que me queda por recorrer toda la playa de Berria, hacia Santoña y al fondo el alto del Águila.
Bajo con cuidado y llego a la playa. Busco una senda entre los matorrales pero hay mucha arena. No voy nada cómodo por esta parte además de ir muy lento, así que opto por ir por la playa. Es muy ancha, y a estas horas la parte centra está dura, buena para correr. Si lo llego a saber antes..
Aquí troto a gusto y llego al final. Subo al camino asfaltado. Aquí a la derecha tengo el penal del Dueso y a la izquierda un cementerio. Primeras rampas empinadas, y pronto la carretera está cortada para vehículos, así que a correr a gusto. Esta zona es muy sombría, que se agradece después de tanto sol. Además con esta humedad no paro de sudar y se me está vaciando el botellín. 
El camino acaba en el Faro del Pescador. Está cerrado y no se puede acceder al recinto. Me encanta este sitio. Acantilados y el mar de fondo y sobre todo esa sensación de soledad del lugar.
Me quito la arena de las zapas y media vuelta, un poco de subida al principio y luego a descender a toda leche hacia el penal del Dueso.
Ahora recorro toda la playa por en medio, vuelta a subir al Brusco, descenso cuidadoso, nuevo tramo de playa  y por el paseo de Trendandín a Noja. 

domingo, 15 de julio de 2012

Correr: 35,54 kms: Torla-Senda Cazadores-Cola Caballo-pradera-Torla


Un año más vuelvo a Ordesa a trotar un poco.
Pero este año pongo una novedad. Alargo un poco el recorrido y salgo desde Torla (1.000 mts). Dejo el coche en el parquing de la carretera, pasado Torla. 
La mañana sale fresca pero ideal para correr, ni una nube, así que a disfrutar. 
El objetivo es simplemente hacer la ruta, me olvido de ritmos y tiempos, solo distancia, haciendo todas las paradas necesarias para fotos, ver el paisaje, descansar... tengo todo el día.
Primero tomo una pequeña carretera que desciende vertiginosamente hasta el Puente de la Glera. Aquí se toma el camino que remonta el río Ara.
Esta senda es muy chula, un poco empinada y sombría. Pasado el desvío que lleva al Puente de los Navarros, la senda gira a la derecha para ya entrar en el Valle de Ordesa. Esta parte de la pista es una pasada, creo que es el mejor camino para correr que he probado. Muy boscoso (cuando clarea, las vistas son impresionantes) el río con cascadas por abajo, y el suelo muy blando, parece una alfombra. Llevo el mp3, pero de momento prefiero disfrutar del ambiente y de mis pasos.
A los 7 kms, cruzando el puente de las fuentes, me dirijo al restaurante del parquing y me tomo un café y un dulce. 
Y ahora viene lo bueno, a tomar el sendero que asciende en un par de kilómetros, casi 700 metros.
Me lo tomo con calma, que ya me lo conozco bien lo duro que es.

Tengo mucho cuidado en algunos tramos más expuestos y llego por fin al mirador de Calcilarruego. La imprescindible foto de todos los años:

Repongo fuerzas, disfruto de las vistas, y desde los 2.000 metros, el punto más alto, ahora a disfrutar, todo descenso. Los primeros kms los hago con tranquilidad y cuidado, que hay algunos puntos muy expuestos y no quiero arriesgarme a tener algún percance. 

Me cruzo todo el rato con senderistas, y eso da un poco de tranquilidad, en el caso de incidente. Curiosamente hay mucho alemán.
El valle va girando poco a poco a la derecha y se van abriendo la vistas. Esta zona es más pedregosa y voy con cuidado.

Voy en dirección contraria en esta foto: me la ha hecho un senderista que me he cruzado. El último tramo hasta la cola de caballo es el más pedregoso, así que muy despacio y por fin llego a la cascada. Aquí me siento, como bien a gusto (así la camel pesa menos, que al principio pesaba bastante, ya que va llena de agua, que en todo este tramo no hay fuentes).
Me meto en el agua, está helada, parece que se clavan alfileres en las piernas, pero viene de maravilla. Una vez ya descansado me pongo en ruta por la pradera. Al principio me cuesta bastante coger ritmo, voy fatal y todavía estoy solo a mitad del recorrido. Por aquí hay mucho excursionista y domingueros, así que con cuidado a adelantarles. 
Paso los giros de las gradas de Soaso y entro en el bosque. La zona más chula para descender. 
Ahora empiezo a encontrarme otra vez bien, y desciendo a gusto. Este año este tramo se me ha hecho mucho más corto. El Garmin pierde varias veces los satélites pero parece que corrige bien las distancias.  Llego al parquing y bajo a bañarme por última vez al río. Última parada y tomo ya el camino hacia Torla. Las paradas me han venido muy bien, porque al final tampoco he llegado muy cansado, y eso si, muy satisfecho de esta maravillosa ruta.
El perfil ya indica la dureza de la subida  al mirador y de allí todo el rato descenso.
Ascenso total 1.465 mts.






lunes, 9 de julio de 2012

Crónica VI carrera boca del infierno

 Este año salgo desde Zaragoza, así que a madrugar y a conducir. Voy con Rafa que hace el debut en esta prueba. 
Al acercarnos al valle de Echo empieza a cubrirse. Hay mucha niebla. Ha llovido mucho el día anterior y hay mucha humedad. 
Dejamos el coche en el parquing y a por los dorsales. Hace bastantes fresco (claro que venimos del horno de Zaragoza). Corremos un poco para entrar en calor. Saludo a Javier. y a la línea de salida

Fotos de CDE Asamun

Me tomo la salida con calma, prefiero esperar a que se estire el pelotón para que por las zonas técnicas ir un poco más tranquilo. No hace falta porque se estira muy pronto. Algunos tiran ya muy fuerte. El primer kilómetro es en ligera subida para ir calentando.
Pronto ya nos internamos en una estrecha senda. Estos kilómetros son los más complicados. Continuas subidas y bajadas. Además esta zonas es muy sombría, muy muy oscura y sobre todo muy húmeda. Las rocas resbalan un montón, o si no, hay barro u hojas sueltas que aún lo complican más.
Veo varias caídas delante de mí, hay que ir con mucho cuidado. Yo también tengo varios resbalones, pero hoy es mi día de suerte, no llego a caerme. De todos modos, los descensos los hago muy despacio, incluso andando en algunos tramos. No quiero arriesgar nada.
Como el año pasado, por aquí se me empañan las gafas por la humedad y no veo nada, así que las tengo que llevar en la mano. En una mano las gafas y en la otra el botellín. Mal asunto para agarrarme si tropiezo o resbalo.
Cruzamos un par de riachuelos pero sin problemas. No van muy crecidos.
Toda esta zona la hago con Rafa, procuro siempre tener a alguien a varios metros por delante para que me marque el camino, cosa no siempre posible. No paro en los dos primeros avituallamientos, gracias al botellín. De todos modos pese al frescor de esta zona, la sudada por la humedad es impresionante. Me cae todo el rato un chorrillo de agua de la gorra. Tomo muchas precauciones en los descensos. Me adelantan algunos a una velocidad increíble, menuda envidia, ya me gustaría descender así,
Empezamos la subida a Gabardito. Todo el rato andando, en cuando se suaviza un poco a correr, pero se avanza poco.
Paro en el avituallamiento, relleno el botellín, y procuro salir detrás de un grupo, porque el tramo hasta el siguiente avituallamiento, el año pasado me perdí un poco.
Y eso mismo les pasa a un grupillo que iban delante.  Me los cruzo que empiezan a subir, me lío un poco, pienso que son corredores que aún están subido hacia Gabardito y que me he colado y he cogido otra vez el camino de subida.
Menos mal que me aclara un corredor que no, que son ellos los que se han colado y ahora vamos bien.
Parada en el avituallamiento de la pradera y a preparar el descenso. Veo que sale un corredor, espero un poco y salgo tras él.
Este descenso es menos técnico pero muy largo. Por medio del bosque todo el rato.
Sigo bajando con cuidado y me adelantan varios.
Cruzamos varias veces la carretera. Abajo hay una chica tirada en el suelo atendida por los servicios médicos y una ambulancia. Mal asunto, espero que no sea nada al final.
Se cruza la carretera y ahora hacia la calzada romana.
El cambio es radical, ahora hace sol, ni una nube y mucho calor. En esta zona se puede ganar o perder una buena minutada, así que procuro pasarla a buen ritmo.
Nuevo descenso, no muy técnico pero los reflejos y las fuerzas ya no son las mismas, así que una vez más con cuidado. Volvemos ahora a hacer los primeros kilómetros. 
Parece que ya estamos llegando, pero no, esta zona es muy durilla. 
A la ida no me ha parecido especialmente complicada pero ahora me parece muy estrecha y peligrosa. Hago incluso algunos tramos de  descenso andando, no quiero caerme ya tan cerca de la meta.

Tras pasar el río viene otro descenso. Este ya sin complicaciones y muy bueno para disfrutarlo. Ya tenía ganas de correr en un tramo favorable.
Al final llego a meta con un tiempo de 3:23:44 (¡el mismo tiempo que el año pasado!!) el 106 de 188 llegados.