Últimamente me siento muy cómodo con la bici, pasan los kilómetros y las horas sin apenas esfuerzo.
Además el tiempo está ayudando bastante, hoy otro día ideal, pero esto parece que ya se acaba, así que aprovechar y a rodar hasta Cariñena, sin parar, alargo un poco la vuelta para llegar a Encinacorba, media vuelta y para casa. Por allí me salta un perro, pero menos mal que voy deprisa y no consigue alcanzarme, como corría el jodío.
Que agradable es llegar a casa y tener todavía ganas de hacer más kms... a ver si para la primavera preparo alguna etapa maratoniana como las de hace años.
Quizás debería dividir el año en dos etapas. Una correr y hacer algo de bici y otra hacer bici y correr algo.
Ahora que viene lo peor del año, días de mucho frío, cierzo helador, pocas horas de luz... voy a correr poco, si acaso alguna salida o dos a la semana para no perder mucho ritmo, y allá por febrero empezar ya a correr un poco más en serio con vistas al inicio de la temporada que marca la carrera del Ebro, que si no la temporada se hace muy larga y las piernas no van a aguantar tanto.
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