Este verano se resiste a dejarnos. Mucho calor, viento en calma así que salida
larguilla con la
bici.
A
llanear. Salgo temprano y poco tráfico. El sol ya pega bien. Llevo el botijo con isotónica congelado, pero en María ya está líquido y en
Muel parece sopa.
Hoy sopla bochorno, en teoría a la ida del lado izquierdo y a la vuelta del derecho, pero no es así. Siempre de frente, menos mal que es suave. Aquí hago un poco de trampa, me pongo detrás de un tractor durante unos kilómetros.
Llego bien a Cariñena, se nota que estamos en la vendimia, cantidad de
trabajadores extranjeros por todos lados.
Tomo la carretera de
Encinacorba, ruta que es el recorrido de la media
maratón de Cariñena. Aquí ya da un poco más de viento de frente y las
cuestecillas se me hacen un poco duras.
Llego a
Encinacorba, y pensaba seguir el recorrido de la media (ir hacia
Aguarón) pero decido bajar por esta carretera, que apenas tiene tráfico.
Tomo mucha velocidad, se nota el desnivel.
Paro de nuevo en Cariñena para coger agua y de vuelta a la N-330
El viento (suave) empieza a dar todo el rato de frente, así que van gastándose las fuerzas poco a poco.
Llego a Zaragoza bastante cansado para lo que es esta vuelta, pero bueno, se trata de ir acostumbrando al cuerpo a muchas horas de ejercicio, siempre con vistas a la
maratón de Zaragoza.
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