La mañana sale fría, uno bajo cero, pero no hace aire y hace sol, así que a pedalear.
Vuelvo a tomar la carretera de Valencia. Pocos ciclistas a lo largo de la jornada. Llego a
Botorrita y decido subir el alto de
Jaulín, que hace muchos meses que no subo, siendo mi ruta tradicional.
Primera rampa
durilla y luego ya tendido. El asfalto sigue fatal, no han arreglado nada, así que cada vez peor. De hecho en toda la jornada, por esta carretera solo me he cruzado con un ciclista, cuando lo normal es cruzarse con un montón de gente todo el rato. Seguro que es por el estado de la ruta.
Llego a
Jaulín, pero no paro, y a subir el alto. La verdad es que no se ha hecho duro, tampoco he tirado fuerte en ningún momento, todo el rato a ritmo constante.
En la cima muy buenas vistas. En esta foto no se aprecia muy bien, pero al fondo hay un bosque de
aerogeneradores y detrás de ellos se veía
perfectamente toda la cordillera de los Pirineos nevados.
Bajo con mucho cuidado. Mira que he bajado estas rampas miles de veces, pero parece que últimamente he perdido bastante habilidad.
No paro en
Jaulín y ya en la carretera de Valencia deprisa hacia Zaragoza. Intento ir a ratos con un desarrollo pequeño para llevar una gran cadencia de pedaleo, para acostumbrar las piernas a ritmos elevados de velocidad.
Llego sin problemas a la ciudad en obras.
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