Un año más voy a recorrer el Valle de
Ordesa, la ida por la Senda de los Cazadores y la vuelta por la pradera.
Este año con el
Garmin por
fin podré saber las distancias exactas.
El día sale
fresquillo, nublado, pero agradable para correr. A tomar el bus que sale de
Torla y a la pradera. Tendría que haber calentado algo, pero las ganas me pueden y salgo ya a correr y empezar a subir en frío, por lo que se me hace muy duro.
Tras unos metros llanos, enseguida se pone vertical y correr a tramos y andar a buen ritmo el resto. No hay mucha gente así que hago pocos
adelantamientos. Enseguida las pulsaciones se ponen a mil, pero no tengo prisa.
Se gana altura muy rápidamente
En algunos tramos es muy estrecho y expuesto y subo con cuidado. El ritmo de estos dos primeros kilómetros de subida lo dice todo: 15:48 y 17:30
Las últimas rampas duras:
Y en 41 minutos llego al mirador de
Calcilarruego (km 2,6). Aquí la parada es obligatoria para disfrutar de las mejores vistas del Valle
Recupero aliento, bebo agua y me tomo una
barrita y un gel, fotos de rigor y a empezar de nuevo. Este es el punto más alto de la ruta, todo lo subido en 2 kilómetros lo voy a bajar en 18. Ahora paso por la Faja de Pelay, con algunas zonas un poco más expuestas y con vistas de vértigo, así que con
cuidadico.
Poco a poco va girando el valle. Tengo que parar de vez en cuando, porque si no, no estoy disfrutando del paisaje, esta zona la he pasado muy rápido.
Alguna suave subida y alguna zona de sombra, pero el poco sol que hay, da de lleno. Menos mal que el terreno está seco por esta zona, por que empiezan a caer
gotillas y a mojarse todo.
Ya dejamos la vegetación y por zona pedregosa ya puedo ver la cola de Caballo.
Aquí se ve
perfectamente a la derecha la senda que me lleva a la cola de Caballo que está al fondo, más abajo la pradera y abajo del todo las gradas de Soaso.
Llego a la cola de Caballo. 10 kilómetros justos. Está llena de gente, como es normal. Me paro en el río a mojarme los pies en la fría agua. A beber, nuevas
barritas y a ponerme otra vez en marcha.
Ahora es más llano y puedo correr más
a gusto. El problema es que hay mucha gente de aquí hasta el final.
Unas complicadas lazadas me llevan hasta las Gradas de Soaso.
Y ahora viene lo mejor del día: el descenso por el
hayedo. El camino es ancho, algunas lazadas, no mucha piedra suelta y no muy empinado, a correr
a gusto. De hecho el mejor kilómetro lo hago por aquí a 4:31.
Este año se nota que he mejorado, no he tenido ninguna torcedura de tobillo. Empieza a llover, pero la espesa vegetación impide que apenas caigan unas gotas, que se agradecen mucho.
Y llego de nuevo al
parquing con un tiempo de 2h 30m ( sin contar paradas).
Bajo al río
Arazas a mojarme, empieza a llover y a
refugiarme satisfecho de una gran ruta. El perfil deja claro la dureza de los 2 primeros
kilómetros, que me llevan hasta casi 2000 metros y el
continuo descenso hasta el final.
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